"Érase una vez un Rey que tenia una pulga, una pulga colosal,
que se sentaba a la mesa y se estaba tan formal.
A veces el animalito daba saltos, daba saltos, daba saltos,
y el Rey la calmaba dandole un traguito"
Puede que sea el cuento más tonto de todos, pero para mi supuso un sin fin de historias, de juegos y de momentos con alguien super especial, mi padre. En mi casa siempre hemos dicho que mi padre tiene debilidad por sus niñas y es cierto. Mi hermana siempre fue su pulguita y cuando yo nací, también nació otro personaje, la cucarachita. Gracias papá por todo lo que me has enseñado, te quiero.

3 comentarios:
jo, ¡qué bonito! tú como que eres un poco más específica con tus entradas, ¿no? jajaja.
es genial. me encantó el cuento. trataré de adaptarlo en inglés para mis alumnos (seencillito), jaja.
Enrique, ¡yo también te quiero! como si fueras otro padre para mí. ¡¡gracias por todo!!
Hola cucarachita...soy la pulguita...y quiero unirme a tus palabras para decirle también a papá...TE QUIERO.
Hoy no quería despedir el día sin escribirte algo. Me ha emocionado tu entrada , m ha hecho volver a cuando era más niña todavía (xq todavía lo sigo siendo!)
Ojalá viera la vida otra vez de esa manera, ojalá lo viera todo tan fácil y no m importara ser valiente y espontánea como cuando era niña.
Buenas noches cieliyo te quiero mil
Publicar un comentario