18 abril 2007

Hace tiempo tenia la...buena costumbre de escribir y de plasmar un poco muchas de las cosas que pienso. Hace ya que no lo hago, pero estoy recuperando algunas de cosas que he escrito, espero que os guste. Un besoteee


SENTIMIENTOS

¿Por qué tenemos miedo a lo que sentimos? ¿Qué hay que nos impida contar lo que surge del corazón? Si lo sentimos, es por algo. Se supone que el corazón está hecho para sentir, tanto lo bueno como lo malo. Siempre intentamos protegerlo, mejor no sentir nada, si nada entra tampoco entra lo malo. Y caemos en el error de privarnos de toda emoción e ilusión.

Le tenemos miedo a que la persona por la que sentimos, sepa que ronda por nuestra cabeza más de lo habitual. Puede que por el ¿qué dirá? o por el miedo al rechazo.

¿Nos sentimos débiles? Si yo siento, tú también, por lo tanto somos débiles ambos. Toda la humanidad, tan fuerte y tan progresista, derrotada por un sentimiento… Parece ciertamente triste que nos escondamos de esa manera, que el miedo se aferre a nuestras neuronas y no de paso a lo natural del ser humano. Cuando el hombre apareció en el mundo, no lo hizo solo. Cada especie tiene una pareja. Somos seres que necesitamos complemento.

Nos empeñamos en buscar el camino donde la soledad sea nuestra mejor amiga, aunque duela, nunca será como el riesgo de abrir el corazón a los demás.

Pensamos que en el momento del rechazo todo se volverá malo, nada tendrá sentido. Tratamos de convencernos de que sin esa persona el mundo no se verá igual. Pero siempre aparece alguien, alguien que nos quita ese pensamiento; el sol sale y amanecemos con nueva ilusión.
La naturaleza humana siempre nos lleva a la atracción, no solo en ámbito de pareja, toda relación se mueve por atracción y afinidad, en eso se basa la complementariedad que nos conforma. Necesariamente somos complemento de alguien q nos complementa a su vez.

Todos somos una caja de “sorpresas con patas” y nunca podremos decir que tenemos controlados todos los sentimientos, todas las emociones. Hay circunstancias, personas, influencias, pensamientos, ideas… que formarán una vorágine de sensaciones, que te hará caminar hacia un lado u otro. Pero siempre caminado. Es bueno parar, dejar de caminar, pensar y que el mismo cuerpo hable. En ese momento somos nosotros mismos. Pero nunca lo compartimos. Estamos demasiado pendientes de la imagen que damos que no reparamos en contar lo que produce tal o cual gesto. Nos vamos volviendo Hombres de hierro, hombres de corazón frío.

Es posible fingir que todo anda bien, que el mundo no duele. Que el enorme río de sensaciones no trae más que buenos olores, buenos sabores y que todo es canción. Es posible que con esfuerzo, con entrenamiento alguien consiga ser por fin “El hombre de hojalata”, ese que tanto perseguimos que no se queja de dolor, que no le duele el frío, ni la soledad, por que simplemente no siente. ¿De verdad quieres ser de hojalata? Dejar de sentir, de experimentar… Si tengo que vivir en un mundo de hombre que no sienten prefiero que me arranquen el corazón. Cuando se es niño no tenemos miedo al sentir, al ser, al manejar la vida. Hoy somos grandes y tememos que alguien nos toque el corazón.

¿Pasamos por la vida, como ausentes? Aquel que no siente no se empapa de vida. Pasa por ella si saborear lo más precioso, apostando por aquello que nadie pagaría un centavo y puede que acierte, pues muchas veces lo que parece sin valor es quizá el mayor tesoro. Pero no son muchos los tesoros que uno puede albergar, cuidar y compartir. En la vida hemos de apostar por aquello en lo que creemos, aun cuando es muy probable que nos estrellemos. La fe es muy importante. Aunque muchos no lo entiendan es una forma de expresar lo que no sabemos decir muchas veces con palabras.

Somos seres creados con ciertas necesidades, el ser comprendidos, en cuestión de sentimientos, es una de ellas. Quizá por eso nos cueste tanto expresar lo que sentimos. ¿Somos lo que ven los ojos ajenos o hay algo más? La complejidad de una persona es tan grande que nunca podremos decir que conocemos a alguien del todo, pues ni él mismo comprenderá en ciertas situaciones lo que hace o siente.

La vida puede que sea cuestión de suerte, o puede que sea consecuencia de unos actos que no tienen nada que ver con un destino, o puede que simplemente sea un camino de paso, un puente en que no hemos de detenernos con demasiada concentración. Hay tantas posibilidades en la vida, ¿cuál escoges tú?

Sentimos cada minuto de nuestra vida, escondemos aquello que nos parece poco aceptable y desechamos lo que pensamos que nadie querrá. Hasta que llega un momento que por algo o por alguien la cadena se rompe y descubrimos lo mucho que podemos lograr.
Un mar de sensaciones esperan en la puerta de casa, para que salga y las haga parte de mi vida, para que deje que corran por mi cuerpo y den vida a la misma vida. El color de las mejillas es posible que cambie. ¿Seré valiente? La calida brisa que me trae el sol de la mañana me dice que todo es posible…

Vivir es una tarea con entresijos que puede hacerla complicada, pero nuestra naturaleza escribe frases en un solo camino, podemos optar por el o desviarnos. Puede que la vida duela, y que lo mejor sea escondernos, aunque sea a nuestros parecer. Hemos de comprender que las espinas se clavan y duelen, dejando marcas que se verán toda la vida. Pero no hay mayor derrota que arrepentirse de lo que no te atreviste a intentar…

11 abril 2007

Hola a todos!!
Depues de mucho tiempo sin pasarme por aquí, voy a retomarlo. Esta vez quiero poner varios sentimientos que por diferentes circunstancias he tenido o me han provocado.



Pero finalmente todo cambia

Cambia lo superficial. Cambia también lo profundo. Cambia el modo de pensar. Cambia todo en este mundo. Cambia el clima con los años. Cambia el pastor su rebaño Y así como todo cambia Que yo cambie no es extraño. Cambia el mas fino brillante. De mano en mano su brillo. Cambia el nido el pajarillo. Cambia el sentir un amante. Cambia el rumbo el caminanteAunque esto le cause daño Y así como todo cambia Que yo cambie no extraño.

Cambia todo cambia…

Cambia el sol en su carrera Cuando la noche subsiste Cambia la planta y se viste De verde en la primavera Cambia el pelaje la fiera Cambia el cabello el anciano Y así como todo cambia Que yo cambie no es extraño Pero no cambia mi amor Por mas lejos que me encuentre Ni el recuerdo ni el dolor De mi pueblo y de mi gente Lo que cambió ayer Tendrá que cambiar mañanaAsí como cambio yo En esta tierra lejana.

Cambia todo cambia… Pero no cambia mi amor...

(Mercedes Sosa)